Por causa de fuerza mayor, una vez más estoy solo en casa.
Pero ahora he estado dispuesto a cocinarme, poco a poco, y a base de prueba y error, he ido haciéndolo. Como todo principio es difícil, sobretodo comerme lo que no salió, pero me encuentro optimista de que mejorará la situación gastronómica en la que me encuentro.
La vida no es tan dura, pues ha puesto en mi camino, a un chef. Lo conocí no hace mucho, y ahora me pasa recetas sencillas de aplicar, pero difícil de entender, en fin, ahí la llevo.
También en mi trabajo, amigas preocupadas por éste trance, me dicen paso a paso lo que tengo que hacer. Lo hacen con tanta paciencia, preocupadas porque entienda, que me hacen sentir muy bien.
Así las cosas, ahora a diferencia de ya hace muchos años, ahora aprenderé a cocinar de tal manera que mi esposa se sienta sorprendida cuando regrese y vea que algo bueno dejó su ausencia.
Creo que no voy tan mal, pues no me he intoxicado aún.
Cada que viajo a visitar a mis hijos, y mi enferma esposa, cada vez es mucho más difícil separarme.
Dejarlos tristes es un tanto duro, pues los niños me piden no irme, y cuando lo hago siento un nudo en mi garganta; y la vez que mi esposa me da la promesa de cuando regrese el siguiente fin estará mejor, me hacen sentir muy triste.
Pero bueno, también de ésos ratos está compuesta la vida, de situaciones duras que uno tiene que aprender a aguantar.
Me queda claro, que por mucho no puedo doblarme, debo estar muy de pie, por ellos que son yo también.
Espero que pase pronto, o mejor dicho, que sea más fuerte para pasar ésto pronto.
Ahora me encuentro en una situación en la que por alguna razón no puedo pensar, estoy como bloqueado, vivo como mecánicamente. Estoy en piloto automático, me hace falta mi tripulación, me hace mucha falta mi copiloto, y mis pasajeros. Todos ellos le ponen sabor a mi vida.
Por una parte estoy tranquilo porque a todos ellos los cuida una estrella, que me da confianza, que me da esperanza, que me da fé.
Quizá es la situación, o la melancolía que me hace decir cosas. Es curioso, hoy llegó a mi correo un mail, de ésas cadenas de me fastidian, con unas palabras un tanto extrañas pero con mucho significado.
El autor es lo de menos, pues digamos no es del tipo poeta, pero hoy éstas palabras me me gustaron.
"Tú ya naciste andariego,
andariego de "nacencia".
Así me decía mi abuelo
allá por mi adolecencia.
Y en verdad amo el camino
soy un quijote sin mancha.
La vida puede ser corta
pero yo la vivo ancha.
En verdad amo el camino,
amo el camino y sus cosas.
Y aunque a veces me espino
me encanta cortar las rosas.
Padezco de un mal
llamado soñador y vagabundo.
Y ése mal solo se cura
por los caminos del mundo."
A mí me gusta el camino que recorro, podría caminarlo nuevamente y tomar por las veredas que me han traido hasta acá. Sinceramente confío en que las cosas mejoren muy pronto.
Con un nudo en la garganta y con un golpe en el alma.
Eric.
2 comentarios:
Hola eric, es bonito esto que escribes a tu familia se nota que los amas por sobretodas las cosas, espero sinceramente que tu esposa mejore y aprendas a cocinar para sorprenderla y note que su ausencia sirvio de algo. Solo recuerda que aun lejos de ellos fisicamente, siempre estan unidos por el corazon, el alma y que con un minimo recuerdo se unen....Saludos
Ese Poema es de Joan Sebastian!!
=)
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