viernes, junio 20, 2014

Querida Aurora.

Día 20 del sexto mes de 2014.

“A Eloyna Rivera, mi amiga, que justamente hoy me recordó que los amigos están para decir las cosas que eviten nuestra caída.
Para la bendición de Dios llamada amigos y familia.”

“Corazón mío, no sufras tanto, a veces no es necesario”
Eric Flores.

Querida Aurora.
Antes de comenzar, quiero decirte, que lamento profundamente la situación que hoy estás viviendo. Sin embargo, quiero que sepas también, que el alivio que reclama nuestro corazón…termina por llegar. Al tiempo querida.
¿Sabes? Desearía decir o hacer cualquier cosa, cualquiera que ésta sea, para quitar de tu corazón todo ése dolor que hoy tienes, y por supuesto también sientes.
Como ya tu sabes, sufrí hace poco algo parecido a lo que hoy estás viviendo.
¡Qué terrible experiencia!
Saberte traicionado se vuelve algo difícil de superar…más no imposible.
¡Cuántas cosas uno puede llegar a pensar!
¡De dónde salen tantas preguntas!... tristemente, todas ellas sin respuesta.
Terminas por sentirte mal, muy muy mal. Tu corazón sangra de dolor, de coraje, de impotencia, de la más profunda decepción.
No hay tal cantidad de lágrimas que alivien.
Y de pronto, el hermoso equilibrio que gozabas, termina por sacudirte.
Tus sentidos se alteran.
Dejas de dormir, y las noches se vuelven tan largas, y también tan cortas.
Tu cama, se vuelve el lugar más incómodo.
Tampoco te alimentas, ése apetito que te caracterizaba, solo desaparece.
El sudor en tus manos, ésa ansiedad que no te deja, que te abraza. Termina por ser tu fiel compañera, tu acompañante.
¿Qué hacer?
¿Comportarte como ellos? ¿Imitar su comportamiento? La vulgaridad es una opción.
¿Ignorar? Cuando eres el primero que piensa en ellos.
¿Estudiar? Sabiendo que jamás te gustó asistir a clases…mucho menos hacer la tarea.
¿Aprender a tocar un instrumento? Cuando lo único que sabes que tocas con cierto ritmo es la puerta para que te dejen entrar.
¿Hacer ejercicio? Todo ése que no has hecho en años, quisieras hacerlo en una noche.
¿Gastar el dinero sin pensar? Aun cuando encabezas la lista del buró y el de la tienda ya dejó de creer en ti.
¿Beber? ¿Fumar? Sigo bebiendo como vikingo y fumando como en velorio y no he solucionado nada.
Piensas hacer cualquier cosa, con tal de ya no sentir más ése sufrimiento. ¿Te digo algo querida? Nada de eso funciona…
Y cuando pasa toda ésa emoción por rescatarte, terminas exactamente en el mismo lugar donde iniciaste. Entonces, te das cuenta que la cosa no funciona así.
Abrazas tu soledad, eso ya es bueno, y comienzas a respirar un poco mejor.
Poco a poco te va abandonando la ansiedad. ¡Justo cuando comenzabas a disfrutarla!
Y entonces, sin quererlo, miras tu realidad. No es justamente la que quieres, la que tenías, o la que pensabas que sería. Es muy diferente, ésta realidad es tan solo eso… la cruda y más sincera realidad puesta en tu vida.
Pero te diré algo, también te das cuenta que puedes modificarla. Dejar de sufrir, de sentir ése profundo resentimiento, de olvidar la tan mencionada decepción.
La pregunta es ¿cómo?
Vas con mamá, la misma mujer que no le inspiras otra cosa más que un cúmulo de regaños, que ella pensaría que son bendiciones. Y entonces, te regaña con mucha intensidad.
Pero te da un consejo, “lee la biblia. Acércate a Dios”.
Ella no sabe por supuesto que has sentido que es Dios quien te abandonó. Y por el momento estás retirado de su presencia.
Entonces, nos volvemos víctimas de nuestra necedad. Y nos convertimos en una especie de hormiga que piensa que puede trasladar el Sahara de un lugar a otro ella sola…así como te digo.
Recuerdas que tienes amigos, algunos. Ellos mismos te lo dijeron algún día “siempre cuenta conmigo”. Bueno, les tomas la palabra…
Pero…a quién de todos.
Bien, en mi caso, cada uno me quitó un poco de todo eso que sentía.
Y te ayudan a mirar las cosas de otra manera, ahora, ves el vaso medio lleno.
“Fue mejor que pasó, imagina si hubiera pasado teniendo mayor peso la relación”
“Eric, entiendo todo ése sufrimiento, pero te diré algo: Por más dolor que sientas, no puedes dejarte caer tan gacho”
“Con todo eso que sientes, a  nadie dañas más que a ti”
“Has sufrido cosas más fuertes y has salido adelante”
“Aguante cabrón, así es el amor. Si no, no te enamores y ya!”
“No pienses en todo lo que diste, todo se da por amor a la persona, y por amor a uno mismo”
“Escribe, lo haces muy bien”
“No pasa nada guajiro. Te contaré mi historia…”
“Debes aceptar que el ser humano es imperfecto por naturaleza”
“Eric, si te sustituyeron tan pronto, es porque nunca le importaste.
Debes vivir un duelo, y darle su debida importancia a eso que sientes. Con el tiempo, todo sanará, en lo más complejo de la palabra.
Sanar sin cicatrices, poder recordar tu experiencia sin dolor, y lo más importante, haber perdonado. Ánimo”
Tu dolor es bien aceptado, compartido y comprendido, por cada uno a los que te acercas.
Hay quien te abraza, y no puedes evitar llorar.
Y vas escuchando cada palabra de cada  una de las personas que te quieren. Tu corazón va latiendo con un poco más de alegría.
Un día, es ésas noches de insomnio, entré a la recamara de mis hijos. Los miré dormir tan plácidamente, con ésa paz que Dios da, que quise estar así…
Así que, me acosté al lado de uno de ellos, y de pronto, el sueño llegó de nuevo.
Habiendo conocido el remedio, noche con noche, me dormía con ése hijo mío. Y fue cuando el otro, se acomodó con nosotros. Hoy dormimos los tres plácidamente, compartimos una cama individual.
Mi cama y mi recámara, solo sirven para arreglarnos cada mañana.
La cama de Diego, del mismo tamaño de la de Eric, está en espera del que es su dueño…
Descubrí, que había olvidado que por todo ése dolor, tenía hijos. Y es que, uno termina por convertirse en una especie de zombie.
El amor de mis hijos, limpió éste corazón.
El amor de mi madre, esforzándose por comprenderme.
El amor de mis amigos que han cargado con cada una de mis amarguras.
El amor a mi trabajo, que estuve a punto de aventar. Y que tanto me ayudó a mantenerme ocupado y concentrado en alguna otra cosa que no fuera precisamente mi sufrimiento.
Y por supuesto, y lo más importante… el amor de Dios por mi vida que ha venido ayudandome a lograr una completa ACEPTACIÓN.
De ninguna manera te resignas, pero aceptas lo que estás viviendo.
Y entonces, poco a poco vas entendiendo muchas cosas. Una de ellas, que todo ése sufrimiento se llama desamor y que como todo, tan solo es algo que a uno le tocó vivir.
Aceptas los errores cometidos.
Aceptas que la vida es justa.
Aceptas tu naturaleza perfectamente imperfecta, y terminas por mirarte como el ser humano que eres…no el que crees que eres, o el que quisieras ser.
Pones tu amor y tu desamor en la misma balanza. Logras equilibrarte otra vez.
Y en cuanto a ellos… Dios dirá.
Porque para ti, Dios pone muchas cosas para que seas feliz, tan solo es cosa de saber qué se quiere.
Sabrás que a pesar de que tu mundo se detiene, se colapsa. La vida sigue fluyendo…
El sol sigue brillando.
La tierra sigue girando.
Las tabernas se siguen llenando.
La gasolina sigue subiendo.
El mundial se va dando.
Los días siguen pasando.
Las estrellas siguen saliendo.
Pareciera que tu sufrimiento no tiene importancia. Dios te demuestra con todo esto que no debes permitirte seguir sufriendo.
Y terminarás por entender que, las personas que entran en tu vida seguramente la mejorarán. Pero aquellas que salen, la mejorarán aún más.
Así pues querida Aurora, quisiera hacer más para aliviar tu corazón. Pero, lamentablemente o afortunadamente, es un camino que debes recorrer sola. Por tu bien, terminarás por ser una gran mujer. Más de lo que ya eres.
Mientras, acá, donde siempre, estaré esperándote para mirarte feliz. Para ayudarte, para cuidarte, y para quererte como todos éstos años lo hemos hecho… como los  grandes amigos incondicionales que somos.
Yo mientras, permanezco avanzando en éste mi camino.
Mi corazón en el tuyo Aurora querida.
Tu amigo de toda la vida.

Eric.

¿Una canción?
Sí claro, para no perder la costumbre y para levantar tu ánimo.
Disfrútala.



viernes, mayo 16, 2014

Me gusta platicar contigo...

Me gusta platicar contigo querida.
Me gusta hacerlo porque no escondo nada.
Porque ya tú me conoces todo.
Me conoces mejor que yo.
Puedo hablar sin tapujos,
llorar en tu hombro.
Recuerdo cuando caminamos juntos.
Cuando la lluvia cubría nuestros seres.
Y limpiaba nuestras almas.

Me gusta platicar contigo querida.
Me has querido tal como soy.
No te afectan mis defectos.
Te halagan mis virtudes.
Tu sonrisa me lo dice.

Me encanta saber que me entiendes,
aunque preguntes cada cosa.
Tan curiosa de mi vida,
como preocupada por verme reír.

Sabes que disfruto platicar contigo.
Cuando los años se  han hecho presentes
Y por alguna razón,
la distancia se interpone.
Junto con todos ésos años.
Es bien lindo saber, que no te has olvidado de mí.

Sabes Aurora querida,
lo mucho que disfruto platicar contigo.
Que te agradezco ésa comprensión.
Que te he extrañado como se extraña a una hermana.
Que eres una gran amiga.
Que te preocupes por mí.
Y gracias querida que siempre quieras verme sonreir.

Sinceramente.

Eric.

Y sí, ésta tu canción...

martes, abril 29, 2014

Despedida.

29 del cuarto mes de 2014

Es curioso, siempre que me despido de alguien ha sido para siempre. No recuerdo un reencuentro una vez iniciada mi partida, o la de ellos. Ésta no es la excepción.

Hoy me despido de ti, a la que le perteneció mi corazón todos éstos años. Imposible no sentir algo que estremezca mi ser. Mera tristeza en éste caso.

Me queda claro que la vida sigue, que el dolor pudiera no tener importancia, sólo para mí. Que todas las buenas cosas fueron empañadas por los muchos errores que cometimos.

En fin, hoy solo quiero despedirme.

Pero, mientras escribo esto que no sé si alcances algún día a leer, me viene a la mente las cosas con las que me quedo, y también las que te dejo.

Quiero hacerte saber que me quedo con:

Ésa sonrisa que me enamoró desde que la vi y que dio brillo a muchos días que habitan en mi recuerdo.
Con tu nombre inspirando el amor inocente en unos de mis hijos.
El deseo simple y llano de querer hacer posible que ningún problema fuera más grande que nuestro amor.
Con la imagen de tus pies embelleciendo los zapatos.
Con el café frío en el centro comercial.
Con los planes, los sueños y las ilusiones que tuve a tu lado.
La oscuridad cómplice que iluminaba nuestro amor.
Las ocurrencias que disfrutabas escuchar. Y mi alegría por hacerte reír.
Todas las canciones que parecieran, fueron escritas para ti.
Mis cartas y mis respuestas de amor.
La inspiración que despertaba tu recuerdo.
Las comidas y las bebidas que compartimos mientras disfrutamos la cercanía del uno con el otro.
Tu sombra a mi lado.
Ése viaje que jamás realizamos.
Tu comprensión y apoyo desinteresado.
Tu mirada que siempre me dijo las cosas sin mencionar una palabra.
Mi intención de amarte toda la vida… y en otra vida.
Ésa idea de haber querido unir mi vida a la tuya, bien, con la bendición de Dios y la alegría de los nuestros.
La amable atención a mi persona de parte de tu madre, y la cercanía de las pláticas con tu padre.
Los secretos que compartimos.
El latir de nuestros corazones sincronizados en uno solo.
La habilidad de saber tu pensamiento.
Mi sana intención de querer ser tan solo un libro abierto para tu persona.
El sentir de su ser.
Tu fortaleza, que sin decirte, siempre admiré.
Mi convicción de hacerte saber que era tuyo y de nadie más.
Las flores que te di, y las que no alcancé a darte.
El fracaso de no haber sabido convencerte, que eras el calor del sol, la luz de la luna, y el brillo de las estrellas en mi vida.
Con éste camino que terminaré de recorrer sin tu compañía.
Con las diferencias que nos hacían acoplarnos perfectamente, y como te lo dije hace años, éramos como un hermoso rompecabezas.
La suavidad de tus manos y el esmalte multicolor de tu uñas.
La agradable experiencia de descubrirme como un reparador ocasional de tus problemas.
Mi amor que hoy está oculto.
Las caricias que ya no quisiste.
Mis murmullos en tu oído.
El gusto de verte bailar.
Tu hombro que sirvió muchas veces para sostenerme y mantenerme de pie.
Me llevo, mis errores, mis defectos y mis debilidades que ya no tendrás que soportar más. Pero que sin embargo, me volvían tan solo un ser humano, con ésa naturaleza imperfecta que Dios nos da para que no nos olvidemos de Él.
La compañía de la luna en las noches en las que tu recuerdo invadía mi pensamiento.
Todas las palabras que aún no he escrito pero que tenían como principal función darte a conocer lo más cercano posible el inmenso amor que llegué a sentir por ti.
La libertad que sin pedirte me otorgaste.
El compromiso de pagar tu teléfono, ése aparato que sirvió para alejarnos, y al mismo tiempo cumplió la función de acercarte a alguien más. Y aunque no lo creas me pesa seguir haciéndolo.
Mi corazón herido.
La contundente verdad de saber que separarme de ti ha sido lo mejor que me pudo haber pasado.
.
.
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Sin embargo, como en todas las mudanzas también, hay cosas que no quiero traer conmigo, que te dejo.

Mi desconfianza después de tu traición.
El dolor producto de tu gusto por dejarte llevar en lo indebido.
Mi dignidad destrozada.
La burla a la que me sometiste.
La terrible ansiedad y el sudor de mis manos.
El incansable insomnio.
Tu soberbia que terminó por invadir mi existencia.
La felicidad que tiene precio, la que se puede comprar por lo material.
Los sonidos perturbadores que invaden el silencio de mi soledad.
Mi inquietud.
Mi incertidumbre.
Mi confusión.
Tus brazos en los que me vi envuelto y ahora cubren a otro.
La debilidad de mi cuerpo por consumir interminables cajetillas de cigarro en medio de la noche, por el simple hecho de no saber cómo reponerme a todo esto.
Ésa amarga luna de miel que estás viviendo, que decidiste tener y que sin querer he tenido que atestiguar.
La terrible decepción de saberte disfrutar ser el postre en la mesa de un hipócrita.
Te dejo al dios que comparten, al que les impide comer ciertas cosas o compartir el río que da vida. Pero que les permite fundirse, señalar y traicionar.
El consejo de dar el mejor ejemplo a mis hijos, no creo que seas la persona indicada para hablar de esto.
La voluble amistad que me ofreciste. Quédatela.
Mi tristeza.
Mi dolor.
Mi boca seca.
La falta de apetito.
Mis lágrimas cargadas de amargura.
La terrible experiencia de sufrir el desamor.
Tu número de teléfono. Ya que no deseo tener más llamadas tuyas.
Las amenazas y los chantajes que acostumbra con quien ahora compartes tus noches, ya no son necesarios. Ahora eres de él, ojalá eso les de tranquilidad.
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Debes saber que no te deseo nada malo, por el contrario, de verdad quiero que seas feliz… muy feliz.
Que tu vida se cargue de dicha y bendición.
Considero que no hay necesidad de pedir perdón de nada. Pero quiero que sepas de verdad que lamento la inconsciencia ocasionada por mi debilidad que tan malos ratos te hizo pasar.
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Hoy he pedido a Dios, al buen Dios, que me proteja como lo hizo con Daniel.
Que me acompañe.
Que me guíe.
Que me fortalezca.
Que no permita que me aleje nuevamente.
Que cure mis heridas.

Sé que todo esto que está pasando es porque Él así lo quiso.

Me queda claro que hay dolor y existe la paz.

A veces, es necesario verse solo en el desierto, para darse cuenta que es por Él que uno se mantiene vivo.

Y mientras haya vida, hay oportunidad de recomponer el camino. De iniciar de nuevo, pero ahora con la experiencia de saber qué no se debe hacer, de tener el sincero deseo, de verdad, de simplemente hacer  las cosas bien. Todo con la ayuda de Dios… mi Señor.

A diferencia tuya, ahora no pienso con quien sustituirte, considero que tu huella en mi vida es mucho más que intentar satisfacer un simple y vulgar deseo. Entonces, el tiempo puesto por Dios hará las cosas en mi vida.

Cuídate mucho, y que Dios te acompañe.

Gracias por todo.

Adiós y buena suerte.

Eric.





domingo, marzo 23, 2014

Mas tarde que temprano, volveré a estar de pie.

Y es que puedes andar bien agüitado... y basta una rolita para hacerte reir otra vez.
Y es que nada es para siempre.
Ni el dolor.
Ni la decepción.
Dice Fito."hasta éso que te hace samgrar, te hará felíz".

Me vieron cruzar.

Perdonen que me agrande 
pero soy un barrilete cósmico 
lo mas grande

navego contra el viento
haciendo lo imposible me divierto
hasta que su objetivo complete
este jinete no se baja del cohete

por un campo minado
de terrenos peligrosos
me esquive todas las trampas de osos

diariamente el sol fue mi testigo
y la luna, la que me regalo el camino

me cai pero me levante de la primera
como se levantan las flores en primavera

sin rasguños, se hace pequeño
el universo cuando levanto mis puños

le dije a mi coraje
antes que te de calambre
cocíname las ganas que
mis sueños tienen hambre

Y los deseos me vieron nacer
los árboles me vieron crecer
el océano me vio navegar
las estrellas me vieron cruzar
las estrellas me vieron llegar
las estrellas me vieron perder
las estrellas me vieron ganar
las estrellas me vieron correr
las estrellas me vieron volar
las estrellas me vieron perder
las estrellas me vieron ganar...

si se desmayan mis rodillas
si se me cae el cielo
si se desfigura el día y
se convierte en hielo

si mi sangre se torna
color tu verde frio
si mi valor tiene el
estomago vacío

si mis sueños se pelean
con la suerte
puede que el fracaso abra
los ojos y despierte

pero estoy preparado para
los días salados
cualquiera que camine
se tiene que haber resbalado

caí con todo el peso
pero si es fuerte la caída mas
impresionante será mi regreso

ya no corro, le salieron
alas a mis botas
mi cuerpo navega por el aire
FLOTA.!

voy contra todo
hago sudar al viento
cada paso que doy va
narrando un cuento

hasta mis hazañas se asombran
la historia me persigue
por que la convertí en sombra

Y los deseos me vieron nacer
los árboles me vieron crecer
el océano me vio navegar
las estrellas me vieron cruzar
las estrellas me vieron llegar
las estrellas me vieron perder
las estrellas me vieron ganar
las estrellas me vieron correr
las estrellas me vieron volar
las estrellas me vieron perder
las estrellas me vieron ganar...


Y entonces, voy pa´rriba.
Corazón mío, no sufras tanto, a veces no es necesario.
=)



jueves, marzo 20, 2014

Gracias Lorena ... Lorena Jazmín García Mendoza. =)

Sabes?
Hoy, desde hace un año para ser preciso, viví triste.
Muy triste.
Cuando más sumido en mi tristeza me encontraba... me encontré contigo.
Gracias Lorena García, gracias querida.
No podría decir que somos los mejores amigos. No sé tú, pero a mí, me resulta halagador encontrarte, a tí y a los tuyos.
A todos ustedes, en especial a tí =).
Supe de rebote, que tuviste los mismos intereses, o casi los mismos que yo.
Solo que tú los hiciste realidad.
Yo, esperé el mejor momento...
Tuve una úníca novia.
Que me enseñó como se debe amar a la persona elegida.
Me regaló dos hijos, en un mismo tiro.
Y después se marchó.
Y no supe qué hacer...
Sigo sin saberlo.
Pero me esfuerzo!!!
Lo mejor, me califican como un buen papá. ..Ellos.
La ingratitud de la vida.
Piensas que no eres, cuando ellos dicen que sí...y cuando todos opinan lo contrario.
Querida Lorena.
Tus abrazos luminosos, vinieron a alumbrarme, mira que la noche dura solo 12 horas. En los tiempos decentes. =).
Lorena querida, has de saber que tengo un observador, independiente ...pero necesario de amor.
Mi hijo, el más curioso.
El rojo.
Diego.
Tú sabes mi pasión, por el futbol...
A quién creés que se debe su nombre?
Leé...
y leé.
Querida Lorena.
Darling.
Y puedes adivinar porqué el otro se llama Eric?.
Es un gusto encontrarte.
Surges, cuando pensaba todo lo distinto.
No me acordaba que existías
Querida Lorena, como en el camino. ojalá no haya un tope.
Soy lo que soy.
Y, tú sabes quien soy... querida.
Tu atrapasueños lo tengo.
Aunque, quisiera ser yo quien espantara tus pesadillas.
Tu sabes que soy valiente!!! =)
Gracias Lorena García por tu compañía....
Una canción???
Si,
dos... tres.

Y!!!


Y!!!



Y!!!

Lorena hermosa...

Quédate con mi corazón... así sabré que una mano bella lo tiene.

Eric.

jueves, septiembre 27, 2012

Una breve carta para tí amiga mía.


"Porque creo que 
llamarse amigo de alguien 
es en verdad una gran responsabilidad.
Porque creo que
una de las peores cosas
es mirar el sufrimiento de un amigo.
Y porque creo
que una de las mejores cosas
es compartir la alegría de los amigos.
Todo ésto, en un mismo día."

Pensamiento extraído de mi propia cabeza.

Querida amiga.


Me dirijo así porque es verdad que te quiero.

Hoy, a varios días de que nos vimos, sigo recordándote con mucho mucho gusto.

Y como ya te he dicho, cuando a ti me dirijo, es casi imposible mantener atada mi imaginación.

Es una lástima haber podido platicar en una situación tan triste, tan lamentable.

El haber compartir contigo, con ustedes, me ha dejado extrañamente feliz. Pocas ocasiones he disfrutado la compañía de muchas personas a la vez.

Hoy Mónica querida, sigo recordando tus ojos negros tan preguntones.

Tus chispas de alegría reflejadas en palabras tan oportunas como ocurrentes.

Y así amiga querida, ¿cómo no poder quererte?.

Deseo sinceramente que tengas un gran día sumergida en ésa burbuja laboral que ya me has dicho, tanto disfrutas.

Que con tus ojos y tus palabras, sigas iluminando la vida de tantos que como yo, agradecemos tenerte a nuestro lado.

Hoy, tu corazón sigue latiendo en el mío, y así, ¿cómo poder estar agüitado?.

Con una sonrisa en mi boca que parece permanente.

Con el recuerdo de tu hermosa persona aún en mi mente.

Te dejo un gran abrazo, fuerte fuerte.

Tu amigo, que es un hombre con el corazón bien blandito.

Eric.

P.D ¿ya pasó el carrito?




jueves, septiembre 20, 2012

Fuí yo el que inició.

Si hubiera guardado silencio cuando miré tus ojos por primera vez.
Si mi corazón no hubiera latido de la manera en que lo hizo, cuando con tu silencio me dijiste más palabras de las que hubiera podido escuchar.
Y si mi vida no se hubiera visto iluminada en un instante por ésa sonrisa tuya.
Si nada de éso hubiera pasado, hoy estaría mucho mejor.
Y, es en realidad sencillo decirte ésto dada tu ausencia, inmersa en la distancia, en el más profundo silencio.
¿De qué manera impactar tu corazón?.
Dudo mucho que podamos mirar juntos el atardecer.
Que podamos compartir un helado.
El café jamás será el mismo sin tu compañía.
Quisiera entonces, impactar tu corazón.
Llegar a él tal meteoro en la corteza terrestre.
Llegar sin pedir permiso.
Impactar de tal manera que el mundo, tu mundo, vuelva a iniciar.
Y sí, los años pudieran ser muchos.
Pero nunca serán suficientes para volver a estar juntos. O por lo menos, desear así estar.
Sinceramente, desearía que ésto fuera más sencillo.
A veces, siempre, suelo recordarte.
Y con tu recuerdo, otra vez el silencio.
Quisiera entonces, impactar tu corazón.
¿Es por coordenadas que ésto se pueda hacer?.
La vida es muy extraña. Pende de  un hilo muy delgado donde elefantes se columpian.
Es un suspiro dirían.
Es una eternidad he escuchado.
Fue un suspiro, y habría querido una eternidad tu compañía. Ja!
Hoy no sé qué más decir.
Éste pensamiento que va dirigido a ti.
Y sí, fui yo el que inició, pues quise impactar tu corazón.
Termino ésto recordando las palabras, duras, contundentes pero que aterrizan en la realidad, de mi querida amiga Ana Roldán "ninguna mujer merece tu ansiedad y  el sudor de tus manos".
Tiene ya un par de semanas que me lo dijo, y ella, la amiga mía, impactó mi corazón.
Gracias Ana.