martes, diciembre 16, 2008

Sin la flor de mi jardín.

Las cosas se venían venir, y por fin ya todo pasó.
Ciertamente el sentimiento de infinita tristeza que embarga mi ser, pasa a buscar cierto consuelo con la paz que acompañó en todo momento a mi esposa.
Y aunque tuve tiempo de hablar, de quedar en mucha paz con ella. De saber que Dios en todo momento estuvo a su lado, no dejo de sufrir su ausencia.
La entereza que pensé tendría nunca se presentó, preguntarle tantas veces si sabía que la amaba, si ella y yo estabamos bien. No es suficiente, tampoco el consuelo que todos me han buscado dar, ha servido de mucho.
El sentimiento es latente.
Y ayer que llegué a mi casa, y ver las cosas como se quedaron, los planes del árbol, y mi tan fiel acompañante soledad, hace que menos desee estar en la casa que juntos decidimos adquirir, para irla pasando mejor.
Las cosas ahora me son muy inciertas.
Espero que todo pase pronto, sé que ella no estaría nada contenta de verme jodido.
Pero su recuerdo...
Pero sus palabras...
Pero su sonrisa...
Pero su apoyo...
Pero su compañía...
Pero su humildad y su sencillez...
Pero la fuerza que daba a mi vida...
¿Y todo éso ahora dónde está?.
Debo decir que se llevó una gran parte de mí. Y ahora me siento muy incompleto.
De verdad, espero que todo ésto que siento, pase pronto, no es nada sano andar así... mal.
Yo la amaba y lo sigo haciendo.
Y ésta rola es para ella... además que le gustaba, yo siempre encontré qué dedicarle (porfavor no hagan caso de los primeros segundos).
Hasta siempre Xóchitl, siempre estarás en mi mente y en mi corazón.
Gracias por los años a mi lado, por los hijos que me diste y por ser, como yo te dije siempre, mi único apoyo.
A tí... la única flor de mi jardín.
Te amo.
Eric.

1 comentario:

Lorena's Blogbilingüe dijo...

Querido Eric,

No estás solo, comparto tu dolor y todos los seres en tu mundo están en tu lado. Te apoyamos. Tu flor está más viva que nunca porque está floreciendo en el Cielo! Y también adentro de ti. La vas a ver a diario en las caras de tus hijos. Amalos como nunca has amado en la vida.

Te mando un abrazo fuerte, amigo.