lunes, agosto 20, 2007

Soledad y yo.

Ella siempre ha sido una amiga entrañable, que cuando me visitaba disfrutaba mucho de su compañía, me ayudaba a pensar, a recordar, a querer y anhelar.
De hace unos años para acá, Soledad me ha visitado pocas veces, hoy lo hizo de manera que a mí me sorprendió, de repente me encontré con ella, y hoy simplemente no he podido disfrutar de ella como otras veces.
Otra vez más me encuentro solo, en mi casa y conmigo mismo, ésta vez solo he podido pensar y recordar a mi padre. Hace muchos años pensé y concluí que los niños podían ser crueles, en su inocencia finalmente, pero crueles al fin.
Pero ésa crueldad cuando es avivada por los mayores, puede ser una crueldad que incomoda desde el principio, desde que comienza como una idea no concebida, aunque aceptada. Ésto porque al separarse mis padres y quedarme con mi madre, en ocasiones fuí partícipe del desprecio hacia él en medio de las discusiones que nunca falta.
Dije cosas de las que ahora me arrepiento, aún cuando me arrepentí desde el momento en pensar qué decir contra mi padre. No sé porque pienso en ésto después de tanto tiempo.
Y es que hace tanto tiempo que no veo a mi padre, que no sé de él, y que sinceramente quisiera poder platicar solamente, sin rencores ni remordimientos, platicar nomás.
Hace dos años que tocó a mi puerta y con un pastel en la mano me deseo felíz cumpleaños, cuando todo mundo dormía por ser día en que la celebración del día anterior suele prolongarse hasta entrada la mañana. Ése día, primero de enero, lo recibí como siempre, con gusto enorme.
Y así como después de tanto tiempo lo ví otra vez, así lo dejé de ver nuevamente.
Éste padre mío!!! espero me llame pronto, lo haría, pero cuando perdí mi cel, perdí todo dato con él. Viene pués ojalá aparezca pronto!!!.
Cambiando de tema, y regresando a la soledad que ahora me acompaña y ciertos gustos medio extraños. Siempre me ha gustado el tema de terror y suspenso, hoy pués, he podido disfrutar de películas de terror donde me encuentro completamente solo mirándo de éstas pelis y series que me compré. Apago la luz para sentir el suspenso, no sé, me gusta solamente todo éso, recuerdo aún un libro de relatos de Edgar Alan Poe, que me chuté en dos días, no paré de leer hasta terminarlo, de ésto hace ya algunos ayeres, hace algunos buenos años, quizá diez o más.
Son pocas las cosas, en un infinito, que me dan miedo.
He descubierto tamién que aunque no lo quiera, pudo ser muy rencoroso, muy orgulloso, y muy ojeis, no disfruto de ésto porsupuesto, es solo que me di cuenta nomás.
Ya es hora de caerle, el cielo está como una enorme esponja que solo espera el poder llenarse de más agua para poderse exprimir por sobre encima de todos por acá, con singular alegría.
Bonito cuadro, lluvia, truenos, solo y de noche!
Salúd!
soy Eric.

2 comentarios:

Lorena's Blogbilingüe dijo...

Si yo fuera tú, le daría la bienvenida a Soledad y le preguntaría qué quiere enseñarme, qué me hace falta aprender, a qué vino y me pondría a escuchar su respuesta.

Suerte, amigo.

Pedro Miguel dijo...

Cuánta razón tiene Lorena. Si no te llevas bien con doña Chole, no puedes llevarte bien con nadie.
Abrazo.