Desde hace ya algún tiempo, he querido escribir acerca de mis amigos.
Gracias a Dios, he tenido muchos, sinceros, buenos, simples, y que he llegado a querer con el tiempo. A veces mucho, y otras veces no tanto.
Y también llego a pensar en los conceptos que maneja la gente acerca de los amigos.
Que si se cuentan con los dedos de una mano y sobran dedos.
Que se necesita de toda una vida para poder llamarle amigo a alguien.
Que los amigos están en las buenas y en las malas.
Que en ésta vida no hay.
Que un amigo es un peso en la bolsa.
Que los amigos se ven en el hospital y en la cárcel.
No sé, he tenido amigos a lo largo de mi vida. Los he tenido cerca a algunos desde que era un niño, a otros los he conocido de no hace mucho tiempo. A otros más, en el camino que he recorrido.
Hay amigos, que como dije ya, los conozco o llegué a conocer desde que fuí niño. Algunos ya se perdieron, otros ya se fueron. Pero aún pienso en ellos.
Y por cierto, apenas apareció una amiga que tenía como 10 años que no veía! y que el gusto de vernos y hablarnos, viene a mostrar que aunque el tiempo se hizo presente, el sentimiento de amistad nunca cambió. Aún ríe de la misma manera!.
En la primaria tuve buenos amigos, en la secundaria, el bachiller y también en la universidad. En mis equipos de fut, en la calle, en mi trabajo. ¿Porqué es que dicen que no hay? ¿o porqué dicen que no todos lo son?, a lo largo de mi vida siempre me he visto rodeado de algunos buenos.
Tengo amigos que miro como hermanos, y como tal hemos llegado a molestarnos y decirnos las cosas que en ocasiones no caen bien. El alejamiento se da, pero al tiempo regresamos a darnos un abrazo, y a tratar de evitar la distancia mal influenciada.
Tengo amigos con los que comparto gustos y aficiones, y también tengo amigos con los que creo no compartir nada, mas que la confianza mutua.
Los tengo quienes siempre sonrien, los que son serios hasta rayar en la parquedad. Los hablan demasiado y los que apenas pronuncian palabra. Los que son superdesmadrosos y los que apenas se atreven a tomar algo.
Su respeto por mi persona, por mi conducta, por mis ideas y por mis conceptos. Emiten su opinión, pero respetan la mía.
Todos éllos han estado muy cerca de mí, de mi familia. Y a todos ellos les vivo siempre agradecido, por su invaluable amistad.
Por los abrazos, y por los besos, por las risas, y por las lágrimas, por las carreras y por las caminatas. Porque hemos hecho cambio de corazón, porque ellos traen el mío y el suyo es conmigo.
Porque cuando viajan se acuerdan de mí, y de mis hijos, y de la que fué mi esposa. Porque cuando están contentos quieren compartir su alegría conmigo. Porque siempre han estado cerca y atentos cuando he querido hablar y llorar. Porque siempre han estado a mi lado cuando siento que voy a caer.
¿Nombres? son hombres y mujeres, de aquí y de allá... y de más allá, de varias edades y de varios tiempos.
Y mi mejor amiga, no hace mucho que se fué, más todavía la extraño...
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