Tarde ociosa.

Que largos son los dias sin tener gran cosa que hacer.

Uno comienza a pensar, cualquier cosa es motivo para pensar. Uno piensa y se sume en el pensamiento.

Llegan recuerdos varios, de todos, de todo, de la vida, una reflexión. Uno piensa en lo que no pensaba.

Hoy recordé el gusto que tengo por los huapangos, recuerdo a mi familia (que no es mía es de mi esposa, pero como si fuera) huasteca, a los amigos huastecos. Los jarochos, lo de querétaro, los de san luis.

Que bonito es recordar la música, el calor, la gente, los paisajes, las pláticas.

Me gustan los huapangos, y tengo muchos de mi gusto.

Caray, si con pensar fuera suficiente...

Mi hijo Diego, le nació el gusto, se acopla, le entiende, lo siente. Eric no, el prefiere el fut, los coches.

Aquí está un videín curioso de él queriendo hacerle al baile, creo que le dio pánico escenico al ver la cámara.

Éste es de los huapangos que más me gustan Xochipitzahuac.

No pude dejar afuera a éste grupo, que nomás hay que ver al violinista!:

Y por favor... el día que me muera que me toquen un huapango!.

" Cuando se me llegue el día

no quiero que estén llorando.

Yo quiero que haya alegría

cuando me estén sepultando.

Y mucho agradecería

que tocaran un huapango...."

Orale!.