Me gusta estar abrazado a mi cabeza pensando que no puedo dormir.
Mirando el techo, y ojeando las estrellas.
Me gusta escuchar el silencio de la noche,
y mirar la luz de la luna que pisa mis pies.
Y cuando siento que el insomnio me acopaña pienso,
y pienso mucho, recuerdo.
Pienso en tí y también en mi y mis recuerdos vienen de los dos.
Me gusta creer que no puedo dormir
Me gusta sentir que no puedo dormir
cuando de pronto vivo precisamente éso que no se puede vivir.
Palpando la magia, creyendo lo imposible, y viviendo felíz.
Que estoy cerca de tí como tú de mí.
Quiero creer que no puedo dormir.
Porque me gusta entrar a ése mundo sin darme cuenta.
Recordando el último pestañéo.
Pero todo regresa a la normalidad
cuando el despertador comienza a sonar.
Y mis ojos me reclaman al igual que mi alma.
Simplemente pienso que no pude dormir
porque la noche pasó rápido
porque no quería que el sueño terminara.
Y porque me gusta creer que no puedo dormir.
Y por los dibujos, cabe decir, que hay cosas que no necesitan mayor explicación. Cada uno, tiene su razón de ser.
El principito, el primer libro que leí. Vaya que le tengo buen cariño.
La canción es de Silvio Rodríguez, creo que viene bien a éste mi relato.
1 comentario:
Hola Eric,
Es curioso que uno duerme cuando menos espera, pero casi siempre andamos bien dormidos, y los sueños son tan reales.
Un abrazo, amigo
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