miércoles, marzo 26, 2008

Cuando te vas.

Porque sabes que disfrutaba estar solo, es ahora que me lo recuerdas.
Porque cuando tú te vas, me quedo solo, y no encuentro tema de conversación conmigo. Me encuentro aburrido y no recuerdo lo que solíamos hacer, yo - conmigo, cuando así nos encontrabamos. Y mirar películas, sin los niños que interrumpen siempre el gusto por verlas, pués termina por no ser lo mismo, ahora teniendo todo el tiempo de mirar atentamente el televisor, espero que alguien cambie el canal justo cuando la trama está mejor.
Llegar a la casa, y no escuchar más que al refri, si acaso se encontrara chambeando en conservar un helado, un yougurt, y una mitad de papaya ya toda envejecida, como el corazón mío cuando tú no estás. Me pone un poco triste, y aunque salgo a regar las plantas para que cuando llegues las encuentres conservadas, no es suficiente. Porque miro mi soledad, y quisiera que estuvieran acá.
Cuando tú no estás, la comida tiene un sabor extraño, porque prefiero hacerlo en la calle que en la casa, y el camino se me hace muy largo para llegar. Ya quisiera otra vez que estuvieran aquí.
Dormir es muy complicado, la cama la encuentro muy grande, y no hay quien me recuerde que mi papel de dar leche a mitad de la madrugada es de vital importancia para conservar la paz a ésas horas de la noche.
Extraño mucho a los niños, cuando miro la decoración que han dado a la casa, ésos dibujos en nuestra blanca pared, me hacen notar que si bien no son Picasso o Monet, para mí son los mejores artistas, de trazos y líneas, con colores de crayola que solo ellos pueden combinar.
Vanamente intenté arreglar los cajones del armario que no soportaron a ser las naves de los niños, creo que el material futurista terminó por ser delicado para su presente realidad. Pinches cajones (y pinches chinos! si bien el armario no es chino, su fabricación si lo parece) ya no se hacen las cosas como antes!!!.
Me queda muy claro que también necesitas vacaciones, y relajación, que también tienes que disfrutar a tu familia ésa que te dio la vida y que te guardo para mí. Pero... y yo?.
Espero que algún día leas ésto, y veas que no disfruto para nada de tú ausencia, ni la de los niños.
Como que todos, al menos en mí, formamos parte de todos. Y cuando ustedes no están, como que algo en mí tampoco está, y me hace sentir incompleto.
Que larga semana, me cae.

1 comentario:

Soloclau dijo...

Cuando uno esta solito por el mundo, la soledad es una compañera de juerga, te divierte, te permite, te "acompaña" en cierto modo..

pero ay de uno si hace de un otro alguien que reemplace esa soledad!!

..porque su ausencia hace que esta señora (la sole) ya no sea tan bienvenida en nuestra casa...

Precioso tu escrito, casi puedo imaginar como es, casi...
Espero igua que tú que lo lea algún día. O que lo escuche, como sea... pero que se entere. Y ellos también.

Un abrazo Eric.

clau*