Creo que lo he dicho ya, pero pues para recordarlo.
Yo vengo de padres separados cuando era un niño de 3 años.
Mi padre, como muchos más, pues rehizo su vida. Mi madre en cambio, ya no, decidió quedarse con nosotros y salir juntos hasta donde fuera posible.
La presencia de mi padre fué intermitente, a veces lo veíamos, a veces por mucho tiempo ya no.
Decir que no hizo falta en mí, su presencia, sería mentir, como todo, uno termina acostumbrandose a ése modo de vida, de vivir sin un padre.
Con el tiempo, lejos de guardarle rencor, aprendí a quererlo.
Es curioso, ahora que soy padre, hasta creo que lo entiendo. Digo, no lo justifico, pero tampoco lo condeno. ¿Quién soy yo para hacerlo?.
En fin que, mi padre pues como ya dije, se casó y tuvo hijos, otros 2. Niño y niña.
Yo nunca he tenido contacto con ellos, con mis hermanos, de hecho no los he visto nunca, y de hecho alguna vez creí que éso sería lo mejor.
Solo que, la semana pasada, cuando marqué el cel de mi padre para saludarlo, alguien contestó.
Era una niña de 11 años, que sabía quien era yo Eric, y que sabía que era su hermano. Que según sus palabras, desde hace algún tiempo tiene ganas de conocerme.
-No te pierdes de mucho-, le contesté con cierto nerviosismo. A veces por los nervios, uno atina a decir cada pendejada!.
A mi padre en su momento, le dejé muy claro que lo único que quería pues era llegar a estar un poco más en contacto. Sin querer buscarle cualquier tipo de problema con su, también, familia.
El hecho es que la reacción de ésta niña, hizo que se movieran los sentimientos. A decir verdad, su interés en conocerme, hizo que sintiera igual interés en verla. ¿Los niños qué culpa tienen de los errores de los padres?.
La niña, me pidió el número de mi cel, el de mi casa, el de mi oficina y mi correo electrónico. Me preguntó cuándo nací y cuándo era mi cumpleaños. Cuántos años tengo y cómo soy.
Me pidió que le volviera a llamar, y así lo hice.
Platicamos un poco más, y la impresión que me dejó fué la de una niña muy linda, muy amable y muy educada.
Hoy he hablado con mi padre, y a petición de la niña, quedó de llamarme para que fuera a comer con ellos. Ellos viven en otro estado.
Tengo además otro hermano, 18 años tiene, y con él no he hablado aún.
Así las cosas, familiares que no conozco, que no sabía si quería conocer, y bueno, que creo pronto conoceré.
Sobra decir, la niña robó mi corazón.
El trato con mi padre, es solo como el de dos conocidos. Le hablo por su nombre, y platicamos de nuestras vidas. Digamos que mantenemos el contacto solo para saber uno del otro. Cada quien tiene ya su vida.
Y en la mía no guardo ningún mal sentimiento por él. Tampoco comparo mi vida con la de él, y por supuesto no le deseo nada malo.
Quizá fué un padre "algo extraño" conmigo. Pero deseo que no lo haya sido con sus otros hijos.
Mi vida va tomando rumbo, yo estoy bien. Aprendí a vivir con su ausencia, no lo culpo de mis vicios, y tampoco le bendigo mis cualidades. No me siento una víctima, y el malestar que alguna vez llegué a sentir, pues ya pasó. Ya no lo siento.
Su ausencia sirvió para que ahora con mis dos semillas, Dios me permita, siga a su lado y vivamos lo que yo no pude hacer.
Ya lo he dicho, el destino está trazado y ahora muchas cosas que me pregunté van teniendo respuesta.
Orale!.