martes, diciembre 23, 2008

Olvidos que traen recuerdos.

Las cosas creo que van mejorando.
Todo ha sido tan rápido, que cuando tengo un momento de lucidez compruebo lo que ha pasado y miro mi realidad.
Poco a poco las cosas van tomando un orden, o mejor dicho, trato de poner las cosas en orden. A decir verdad, no me esfuerzo mucho en hacerlo.
Aún se me quiebra la voz al hablar de mi esposa, y a la gente que le llego a comunicar lo sucedido no pueden evitar llorar por ella... y creo que también por mí.
Me doy cuenta con mucho gusto de cómo la quieren aún muchas personas. Gente que su semblante es duro, y sienten mucha tristeza por la partida de Xóchitl.
En fin, ayer cuando caminaba por la calle, escuché sin querer algo así como un ritmo sincero y contagioso con voces de inconfundible originalidad.
Inmediatamente fuí a dónde provenía dicha música, mis ojos se iluminaron!!!!, era el DVD que siempre habíamos buscado mi esposa y yo. Hace ya varios años, pasaron el documental, precisamente el que viene en el DVD, mi esposa y yo lo miramos completo, lo recuerdo muy bien, lo miramos por el canal A&E.
Con el tiempo, intenté buscarlo incansablemente, pero con nulos resultados.
Ayer lo compré, y lo miré en la casa tranquilamente. Sentí que mi esposa estaba a mi lado mirándolo también. Cuántas veces buscamos ése DVD y nunca lo pudimos conseguir!.
Había olvidado cuánto disfruto a Buena Vista Social Club.
Y si de olvidos se trata, había dejado a un lado, la música de The Beatles, como disfruto también escucharla. Cuando mi esposa se encontraba haciendo lo que fuera, y le llegaba la música que yo ponía, alcanzaba a decirme que le dejara escuchar (tengo cierta manía de jugar con el control todo el tiempo, y de adelantarle a media canción). Hoy le dejo éstas.
Besos flaca!.
Buena vista social club chan chan!! del DVD que me compré!.
Pareciera que escucho desde arriba "...Flaaaco dejame escuchar!!!!".
The Beatles Golden slumbers, Carry that weight, The end. De un DVD que también tengo por ahí.
De las cosas que uno olvida, y que terminan por hacerse presentes.
Eric.

viernes, diciembre 19, 2008

Stop!

Hoy hace una semana ya que mi esposa emprendió el viaje, su viaje. Ése del que se dice no hay retorno.
Espero que su viaje haya sido placentero, digo, se pago primera clase. Y el dueño del tren de la vida, pues la acomodó personalmente en su asiento, con vista preferente. Y él a su lado, para darle seguridad del hermoso destino al que llegarían.
Conociendo a mi esposa, me atrevo a creer que se pegó de la ventana para ir viendo y no perder detalle de nada, seguro hiba riendo y hablando, y hablando y riendo. Así era ella, sonriente, y platicaba, y en cada plática una sonrisa. Y si tomó mucho refresco, me imagino la lata que fué dando!!!.
Para mí, solo hubo una señal de alto, si he de ser sincero, me habría gustado acompañarla, pero el tren ya estaba completo.
Hoy, después de ya dias de su partida y de haberme quedado anclado en el mismo lugar, ésa señal se ha levantado, me dice que avance, y éso pienso hacer. Seguir mi camino con mis hijos, con mi familia y con la de ella, con mis amigos.
Intentar retomar la vida, que aunque sin ella a mi lado, me queda claro que el mundo sigue girando.
Por lo pronto, ya no me da miedo subir la escalera de mi casa. Y mi cama, sigue fría, aún guardo el lugar que a ella le corresponde.
Hoy he regado las plantas, todas!!.
Espero tomar ésa señal de luz verde en mi vida, y si he de ser sincero, no quiero detenerme.
Hasta la próxima estación, dónde me toque abordar para tomar el mismo destino.
Hasta entonces Xóchitl.
Te amo.
Y ésta canción es para mí, ella me la dedicó hace algún tiempo, cuando me dijo que también me amaba.

martes, diciembre 16, 2008

Sin la flor de mi jardín.

Las cosas se venían venir, y por fin ya todo pasó.
Ciertamente el sentimiento de infinita tristeza que embarga mi ser, pasa a buscar cierto consuelo con la paz que acompañó en todo momento a mi esposa.
Y aunque tuve tiempo de hablar, de quedar en mucha paz con ella. De saber que Dios en todo momento estuvo a su lado, no dejo de sufrir su ausencia.
La entereza que pensé tendría nunca se presentó, preguntarle tantas veces si sabía que la amaba, si ella y yo estabamos bien. No es suficiente, tampoco el consuelo que todos me han buscado dar, ha servido de mucho.
El sentimiento es latente.
Y ayer que llegué a mi casa, y ver las cosas como se quedaron, los planes del árbol, y mi tan fiel acompañante soledad, hace que menos desee estar en la casa que juntos decidimos adquirir, para irla pasando mejor.
Las cosas ahora me son muy inciertas.
Espero que todo pase pronto, sé que ella no estaría nada contenta de verme jodido.
Pero su recuerdo...
Pero sus palabras...
Pero su sonrisa...
Pero su apoyo...
Pero su compañía...
Pero su humildad y su sencillez...
Pero la fuerza que daba a mi vida...
¿Y todo éso ahora dónde está?.
Debo decir que se llevó una gran parte de mí. Y ahora me siento muy incompleto.
De verdad, espero que todo ésto que siento, pase pronto, no es nada sano andar así... mal.
Yo la amaba y lo sigo haciendo.
Y ésta rola es para ella... además que le gustaba, yo siempre encontré qué dedicarle (porfavor no hagan caso de los primeros segundos).
Hasta siempre Xóchitl, siempre estarás en mi mente y en mi corazón.
Gracias por los años a mi lado, por los hijos que me diste y por ser, como yo te dije siempre, mi único apoyo.
A tí... la única flor de mi jardín.
Te amo.
Eric.

martes, diciembre 09, 2008

Un tono incierto,

Si las situaciones tuvieran un color, sinceramente no sabría cual poner a lo que ahora vivo.
En todos éstos días, difíciles de verdad, los podría ver de color negro, muy negro. Tanto que no puedo distinguir lo que pasa. Un negro que hacen que mi corazón y mi alma se tornen igual.
Pero luego pasan los dias, y con ellos, viene el blanco de la esperanza, de la oportunidad. Del creer que las cosas mejorarán. Viene el blanco de la vida de mi esposa, de su ánimo que me contagia, de su buen humor que me hace reir... y también llorar. En éste mundo de contrastes he vivido el reir y el llorar a la misma vez. Me río de las ocurrencias de mi esposa, y lloro, porque no quiero que sean los últimos momentos con ella. Todo en un mismo momento.
Recuerdo muy bien, que una señora, hace tiempo me dijo: "Los hombres son niños toda la vida".
Hoy lo recuerdo, y hoy lo siento. Cuando ya no aguanto más y mi esposa me abraza dándome consuelo, brindándome confianza, mirándome a los ojos y diciendo que no me preocupe, que ella está bien y que sinceramente está tranquila. Que lo único que anhela es mirar a los niños nuevamente, abrazarlos y estar con ellos.
Es difícil guardar las emociones, callar los sentimientos, aparentar la fortaleza que ya no se tiene.
El rojo nos gusta a los dos, el azúl, también.
El rojo del amor que nos tenemos, así... intenso, de verdad, franco. Con ésa fuerza que un rojo inspira.
Y el azúl, como el cielo grande y bonito. Como el cielo, que cubre todo el mundo, toda la vida... y también la muerte. Que se dice, con la muerte empieza la vida.
En los momentos que puedo pensar un poco me pregunto ¿porqué dolerá tanto desprenderse del ser amado?.
Hoy pues, lo único que pido a Dios, es el aceptar, el asimilar, la situación que ahora vivo.
Si pasara, hoy o mañana o cuando tenga que pasar, no quisiera sufrir, ni sentir dolor. Querría estar contento y tranquilo, porque ella estará en paz con Dios.
¿Es mucho pedir?.

miércoles, diciembre 03, 2008

Post a Título personal.

Hoy hace una semana ya.
Una semana, digamos, de las mas duras de mi vida.
En éstos días mi resistencia, física, emocional y espiritual, han estado a prueba.
Siempre he aceptado las cosas, la forma en cómo lo hago no siempre es la mejor, pero termino resignándome a vivir lo que me toque. Sin reproches, y con mucha conciencia, o al menos éso trato de hacer.
Hoy las cosas no están nada bien, mi otra parte, aquella que vi hasta el final de mis dias, pues entró en algo así como un lapsus de salud, solo que está vez creo, lo ha tomado tan en serio que me preocupa quedar solo el resto del camino.
Y es que la salud de mi esposa, después del cáncer que vivió, pues no fué la más envidiable que dijeramos. A raíz de éso, y a pesar de sus muchas ganas de vivir, las consecuencias del tratamiento la dejaron muy mermada.
Hoy pues, hace ya una semana que sigue luchando, y yo con ella... y muchos más con nosotros!.
Ayer le comentaba, que nunca fué de mi total agrado el cuidar de un enfermo en los hospitales, más sin embargo, hoy podría estar con ella todo el día y toda la noche sin ningún problema.
Desde el martes de la semana pasada que ingresó he estado con ella todas las noches, y todo el día de algunos dias. Me han dicho que debo ser fuerte, pero no he logrado serlo cuando nos miramos y reimos de nuevo.
Cuando recordamos muchas cosas, mi voz se quiebra, y mi alma también.
Hoy hace una semana, planeamos juntos que el domingo pasado pondríamos el árbol de navidad, que lo haríamos los niños, ella y yo.
Platicamos de la cena, la gente con la que nos gustaría compartir. A la gente que nos gustaría ver en los dias de descanso. Las cosas pendientes que tendríamos que arreglar.
Y hoy, no hay árbol, ni planes de cena, y la gente que vería... tendrá que esperar un tiempo más.
De haber sabido que solo eran horas de ligera tranquilidad.
A veces las maneras de actuar de Dios son muy extrañas, he querido entender, solo éso. Entender qué plan o propósito hay en todo ésto.
Me han dicho que ésto hace más fuerte, pero no entiendo cómo, y me han dicho que ofrezca mi sufrimiento. Y ésto no sé cómo hacerlo.
Lo único que he aprendido en éstos dias, es que lo amargo del orgullo queda desvanecido por lo dulce de la dignidad.
Como ya lo dije, muchos están ahora con nosotros.
Me han ayudado a aguantar todo ésta pesadumbre, amigos cercanos y los no tanto. Amigos, que no imaginaba que lo fuéramos.
Ahora ésta lucha es tripartita, mi esposa, mis hijos que hechan de menos a sus padres, y yo... que en ocasiones ya no sé si aguantaré.
Adiós.